25.12.10

the final parade

... saldo de un muerto, después de que se escapó una leona debido a una inundación e irrumpió en el cuarto de un chico frustrado. El chico fue dado de alta hoy.

22.12.10

ich bin ewig


el dibujo me puso a pensar mucho. es el dibujo de una fotografía, y aparece en un BD. la escena es sencilla pero me mantuvo impresionado por mucho tiempo. se trata de una chica joven saltando desde la ventana de un edificio; es decir, de la fotografía tomada justo en el momento en que se lanza al vacío. no obstante lo interesante es la sombra alada que parece darle un beso (apenas rozando los labios de la chica) como una despedida final. me pone a pensar si acaso los ángeles sólo aparecen cuando no hay marcha atrás, algo así como un mensaje de "end of the tape".

en el mismo BD hay otra fotografía (insisto, otro dibujo de fotografía ficticia): la supuesta última fotografía de un periodista bélico en plena Gran Guerra, hoy conocida por todos como la Primera Guerra Mundial. la fotografía es la de un bombardero pasando justo encima del periodista caído. y debajo de la placa, grabada de forma trémula pero clara "ich bin ewig": yo soy eterno.

la película fotográfica es, por sí misma, un vehículo desestimado por muchos dada la frivolidad con que a menudo la usamos, tanto como las letras o la música. respeto la fotografía porque es un vehiculo de la inmortalidad. la eternidad (die Ewigkeit) nos trasciende, al punto de poder ser eternos más allá de la muerte. independientemente del medio de eternidad (sea foto, texto, pintura o arquitectura), el hecho es que es irrenunciable mientras el cadáver quede expuesto. es como un contrato con el diablo donde la voluntad del asalta tumbas mantiene vivo (con su consentimento o no) algún ente. he ahí las fotografías post mórtem del período victoriano que, lejos de asumir la muerte, transmutan el momento mortuorio en un cadáver permanente, que no renuncia a su existencia en la tierra y entre los gusanos: es de esa forma en que el ser vivo se inmortaliza en forma de permanente cadáver.

así pues he aquí las razones por las que me gusta sentirme desenterrador de cadáveres cada vez que cazo algo en blanco y negro, o cuando las palabras reviven su voz antigua y seca en aras de su propia vida. la vida (creo) es un transcurrir entre cadáveres; creando cadáveres que a lo largo de los años formen el inmenso cortejo que corona nuestra vida. una columnata de cadáveres (fotos, poemas, canciones, dibujos, palabras dichas al oído, etcétera) que se desarrolla a la vez que el soundtrack de nuestra vida. si tenemos suerte, tendremos el privilegio de escuchar nuestro réquiem a tiempo y, quizá incluso, conocer a nuestro ángel guardían justo cuando nos da el beso de despedida con el "ich bin ewig" en los labios.

20.12.10

journal

donnez-moi un signal.
je chercherais le reste.
le reste nous cherchera.
le signal serait'il le reste.

16.12.10

volando en círculos


Hay días en que sólo llegué para despedazarte; para comerme tus pedazos antes de que llegue cualquier otro carroñero. Otros días, cuando lo hago, llega el vómito y la resaca, y decido que eres peor carroña que la carroña. Esto evita los terceros otros días, donde soy feliz comiéndote porque eres lo que creo que eres. Y esto lleva invariablemente a los primeros días, donde llegué para despedazarte; para comerme tus pedazos antes de que...

15.12.10

Correspondencia


veo la senda de pájaros
fijos en sus pedestales
y se apresuran
como tristes maniquíes
sin sexo

abordan, caen, gritan
pero no lloran.

confrontan su diario exorcismo
de la estancia sobre la tierra

algunos sobre la tierra
otros sobre el infierno
lo más bajo el aire denso
de los aviones-ángeles

procesionan como lo harían
falanges de hongos
traídos a la vida
contra su voluntad

descienden, duermen y copulan
recogiendo cabellos
con las manos

al final del día que
no tiene final
rinden sus cuerpos
de acrilán y rayón
y se tumban en descanso que
no tiene descanso.

Así vuelan los pájaros
fijos en su pedestal.

Allein allein


Me he dado cuenta que se puede vivir con un puñado de palabras. Esas pocas palabras nos hacen lo que somos y lo que vivimos. Es como ver algunos fotogramas de una película muy larga, o deshacer hasta sus partes más pequeñas una foto robada.
Me siento como si lanzara un mensje en una botella en un mar enfermamente quieto, con la incertidumbre sobre si hay otras islas o no. O si hay en verdad un viento que guíe el camino de mis mensajes. En ese sentido importa poco lo que uno escriba, dibuje o incluso diga, pero la esperanza de ser escuchado, leído o visto por el oyente, lector o espectante exacto priva. Priva a veces, quiero decir.
Uno ve muchas cosas cuando se detiene verdaderamente a ver, y lo peligroso es cuando no entra en el juego. Ya lo he dicho antes: hay quienes viven en ejes y quienes vivimos en la periferia, mudándonos de olores y de sentidos cada vez, cazando. Pero cazando qué?
En francés, "hier" significa "ayer", pero en alemán la misma palabra significa "aquí". El sentido de mi vida (quiero creer) está en un accidente parecido, un accidente de sentimientos. Un "hier" que quiero leer de una forma que conozco aunque la verdadera lectura es de una forma que sigo ignorando. Esa es la diferencia entre tener una pista y conocer la verdad: la pista es una y es clara, la verdad está en la pista pero rara vez como nosotros la queremos encontrar.
Todo esto para decir absolutamente nada, para vomitar palabras. Palabras nada valiosas, claro, pero que con suerte el viento las llevará a donde deban llegar. Veo con lástima cómo las cosas que más deben conmoverme me son ridículas, y encuentro dolorosamente sensibles algunas fibras que son poco menos que lugar común. Veo las cosas pasar, pero siempre espero el momento de haber pasado, y demás juegos de palabras que dan al traste con lo que sea. Sigo pensando, cada vez que manejo desde la casa hasta la Universidad, si no habré muerto en un accidente de tráfico y sólo tengo una necedad loca por seguir vivo, por querer buscar la diferencia entre "hier" y/e/o/u "hier".