9.2.10

Huyamos

Partirás sobre mi cadaver;
sobre el de mi corazón,
quiero decir.

8.2.10

Un embrujo


LAS TOMASTE sin la menor consideración de su origen. Las agarraste por los brazos como seres ausentes de sí mismos y las apilaste en innumerables torres que dieron testimonio de la masacre. Ninguno fue testigo de los cientos y cientos de escondrijos allanados a tu paso; de las nonatos ahogados en su seno. Las marchas sólo se detuvieron cuando el hambre o el frío acamaparon en la perlada frente de los tuyos. Antes de ustedes fue, después ni siqueira el recuerdo escapó de las armas.

Uno de ellos alzó la voz desde lo más hondo de la tierra y te la puso en las manos antes de que ejecutaras la voluntad tan necesaria del derecho a la muerte.

6.2.10

grabando... registro 23, 01, 02,


Podría ser un poema
si no se escribiera
tan cenizo,
tan sonoramente aletargado
como se escribe
"no hubo muertos,
sólo unos pocos
-léase insignificantes-
heridos".

En casa, aprendí
sobre la mala educación:
no abrazar a quienes
no desean ser tocados.

Sobre todo, prohibido
abrazar a los muertos.

Con qué fanfarria épica
cantamos sobre hojas
de papel secas:
"Oh cruel Genio,
tus cadáveres ventrílocuos
te saludan;
los que han de vivir
se ponen en tus
sordas manos"

Un insecto reptó una farola
en Benavente y Cariola:
observó ausente el escurrimiento
de la vida de noche;
trece putas, siete borrachos,
un niño llorando.

No se volvió a saber
del insecto.

Algunos piensan
en su metamorfosis
como ángel.

Otros menos optimistas
piensan en una suela sucia.

El insecto piensa
en un ángel con las
suelas sucias.

El revoloteo de sus alas
hizo eco en algún
psiquiátrico fantasma.
Las paredes reverberan,
sacuden las risas clavadas
como espinas de hierro
y hacen serpentear
el viento.

Dentro,
no se salvó una bombilla
de servir de guarida
al último de los sueños.

1.2.10

Einsamkeit



Acto I - Angst

Aquí y a salvo de nuestra muerte
ha llegado el momento discreto
para ser tumba.

Dime por qué la vida no perdona
a las flores que deben marchitarse,
encogerse como entes viejos

dónde para este viaje
sólo de ida.

Sería angustiante
no poder hacernos una cama
en la noche perpetua
de las vísceras de un mar agitado

o desdoblar los ojos sin sentirlo
como hunde la luna sus cuernos
antes de ir a dormir.

Sería nuestro fin
no poder decapitar
nuestros sueños
y convertirlos en velas ambulantes
en un camino que empiece aquí
y en el infierno.

Acto II - Einsamkeit

Por qué no alegramos nuestra vida
con un desfile de obtusas musas
adornadas con flores plásticas;
no hay placentas olvidadas
ni cansados trapecistas
esquivando el cielo.

Restan dos, tres juegos
con arsénico
antes del acto final.

Hay alguno lacerando
el vientre cordado
de su amante

y ríe;

perros tristes con su disfraz
de quimera
que esperan
algo que nunca
habrá de llegar.

Acto III - Stille

Huyamos a la crisálida
en donde aprenden su vuelo
las mariposas,

(una de ellas
come los corazones
caídos y los
encierra en una perla)

donde reverbere el aullido
del nacimiento de todas
las almas ferales.

En donde lo extraordinario
no es ser dios,
sino ser hombre.