Creo
en no decirte
que la caja que agitas
es lo que queda
de mis vísceras,
de ojos, de cabello, de
venas que abandonas;
de veces en que te llevas
mi aliento líquido
Creo que somos sueños de otra
vigilia;
se que yo ya no soy yo.
Con suerte seré
tu nombre escrito
mil veces en una playa
un fantasma con el que alguien
te vio alguna vez
y ya no importa.
Creo
que estamos tu y yo
muy lejos de ser
un eclipse
y después?
y después, nada.
Después no habré sido;
olvidarás que hubo segunda puerta
fingiré que nacimos muertos
seré un cadáver de paloma
en alguna plaza,
seré la pantomima de mi soledad
alguno que falló intentando ser yo
pero yo ya no soy yo
ni tu soledad es mi soledad:
ahora es mía y nada más
no me dirás qué bien saben
los besos de café
gritaré hacia dentro
hasta tirar todas las paredes.
Si llueve, habrá
contradanza de espectros.
No habrá fin del mundo
ni flores secas que recortar;
no habrá invierno no habrá día
más frío del mundo.
habrá, si, habrá muchos
cuervos tristes engullendo
mientras lloran de ahogo
y manos bajo la guillotina
sujetando claveles negros
habrá una infusión pálida
colillas de cigarros
sumergidas en un charco
otras veces que
nunca fueron
nuestras veces.
Debo decir que el tono del poema no me convence del todo, finge no estar a flor de piel. Nunca creeré en los ojalá que te vaya bonito. Mi credo descansa más en los a la chingada. Me llega cierto aroma artificial, ensayado. Quizás este poema también se calla algunas cosas, no tiene ganas de ser honesto. No sé.
ResponderEliminarMe quedo con esto, valiosos elementos sin duda, aunque la primera parte parezca trillarse:
ni tu soledad es mi soledad:
ahora es mía y nada más
y manos bajo la guillotina
sujetando claveles negros
habrá una infusión pálida
colillas de cigarros
Agregaría:
fingiré que que no es cierto que no haya encontrado un número cinco...
Y también subiría el volumen, pero tu no lo querrás:
No, Pagliaccio non son!
Se il viso é pallido
é di vergogna e smania di vendetta!
Sperai, tanto il delirio
accecato m'aveva,
se non amor, pietà, mercé!
Ed ogni sacrifizio
al cor, lieto, imponeva,
e fidente credeva
più che in Dio stesso, in te!
Ma il vizio alberga sol
ne l'alma tua negletta;
tu, viscere non hai...
Sol legge é il senso a te;
Va, non meriti il mio duol
o meretrice abbietta!
Vo' nello sprezzo mio,
schiacciarti sotto i piè!
yo no diría nada
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