1.2.10

Einsamkeit



Acto I - Angst

Aquí y a salvo de nuestra muerte
ha llegado el momento discreto
para ser tumba.

Dime por qué la vida no perdona
a las flores que deben marchitarse,
encogerse como entes viejos

dónde para este viaje
sólo de ida.

Sería angustiante
no poder hacernos una cama
en la noche perpetua
de las vísceras de un mar agitado

o desdoblar los ojos sin sentirlo
como hunde la luna sus cuernos
antes de ir a dormir.

Sería nuestro fin
no poder decapitar
nuestros sueños
y convertirlos en velas ambulantes
en un camino que empiece aquí
y en el infierno.

Acto II - Einsamkeit

Por qué no alegramos nuestra vida
con un desfile de obtusas musas
adornadas con flores plásticas;
no hay placentas olvidadas
ni cansados trapecistas
esquivando el cielo.

Restan dos, tres juegos
con arsénico
antes del acto final.

Hay alguno lacerando
el vientre cordado
de su amante

y ríe;

perros tristes con su disfraz
de quimera
que esperan
algo que nunca
habrá de llegar.

Acto III - Stille

Huyamos a la crisálida
en donde aprenden su vuelo
las mariposas,

(una de ellas
come los corazones
caídos y los
encierra en una perla)

donde reverbere el aullido
del nacimiento de todas
las almas ferales.

En donde lo extraordinario
no es ser dios,
sino ser hombre.

1 comentario:

  1. Sobran elementos, Lobo. No creo que la poesía pueda sobrevivir habiendo sido engendrada (órale con mi perífrasis verbal) de vaciar hasta el último estertor inspirado en letras. Cállate Lobo, cállate algunas cosas. Que tu poesía sea lo que está escrito tanto como lo que no se dice... ¿Pudor de ti mismo? Hay cosas que no nos atrevemos a decir frente al espejo... esta frase que va corriendo a ser lugar común no dice nada en concreto, pero confiesa al universo entero... ¿me explico? Dijiste alguna vez: "Dame el nombre de la flor"; yo te pido humildemente: "Dame un silencio en tu literatura", grrr.

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